CON UN EJEMPLO

Nada mejor que contaros con un ejemplo que es lo que hacemos. Esta es nuestra montaña rusa de emociones.

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¿Cómo podemos resumir con pocas palabras cual es nuestra labor? Pues con un ejemplo.

Nos llega un aviso: 3 pequeños con aparentes problemas de salud arrinconados solos en una esquina de una calle de Aranda. ¿Qué hacen ahí? ¿Cómo han llegado allí? ¿Dónde está su madre? ¿Qué les pasa?

Nada de eso importa ahora: Deja corriendo todo lo que estés haciendo (deja de disfrutar de tu mañana de sábado, de la cerveza con amigos, del paseo con tu perro, deja de hacer la comida o de trabajar, deja ese libro que leías tranquilamente o llama a tu familia para decir que vas más tarde porque tienes una urgencia), coge la bici y corre, vuela, no tardes. Encuéntralos, mételos en tu bolso porque no tienes otra cosa y sal corriendo al veterinario.

Allí ya respiras. Están en lugar seguro.

Ahora empieza a funcionar el engranaje de Huellaranda. Asistencia veterinaria: debemos asegurar su salud y valorar su estado. Pásate una mañana entera al teléfono, y generalmente varios días buscando una casa de acogida: pidiendo ayuda a personas que conoces para encontrar una casa estable donde ellos puedan estar bien hasta encontrar una adopción. Y entrevistando a personas que no conoces y que se ofrecen por primera vez a los que hay que aconsejar y contar como son los procesos de acogida y/o adopción. Toda ayuda es bienvenida y se deben valorar todos los aspectos. Haz fotos, videos, contesta emails, publica en redes sociales; hay que dar a conocer el caso de los pequeños y que llegue a mucha gente para que tengan más posibilidades de encontrar una familia.

Aparece una casa de acogida y otra de adopción. Llamadas de teléfono, visitas, a veces pedimos ayuda a compañeras de otras provincias cuando las adopciones son fuera de Aranda, mas llamadas, etc. Comienza la acogida y así comienza el seguimiento: los pequeños deben estar bien, pasar su periodo de adaptación, sin prisas. Nos cruzamos mensajes, vídeos, fotos,... Seguimos con el tema veterinario porque todo lleva unos plazos (vacunas, desparasitaciones, esterilizaciones, pruebas, algún susto)

Pasa el tiempo y todo se coloca en su lugar. Se forma un vínculo; no solo de la familia hacia los pequeños, sino también con nosotras. La confianza se ha forjado entre la persona responsable de Huellaranda que ha gestionado esa adopción y la familia adoptante, y tenemos la tranquilidad de que nada les podrá ir mal a esos pequeños el resto de su vida.

Este es nuestro recuerdo para la pequeña SOTA, quien nos dejó por una enfermedad pocas semanas después de ser rescatada junto a sus hermanos. Uma y Timple (que nos tuvieron una temporada con el corazón en un puño) ya completamente sanos y felices, pudieron cerrar su círculo y fueron adoptados.

Siempre hay  lágrimas en esto que hacemos, y muchas veces son de alegría.